sábado, 10 de julio de 2010

Invéntate una enfermedad

La propia felicidad crea en los demás un gran resentimiento. Y cuantos más signos externos y más visible sea esta felicidad, peor. Ahí anda San Iker, joven y bello y con una carrera deportiva llena de éxitos, siendo además un personaje público modélico, habrá siempre una multitud babosa esperando cualquier brecha para meter cizaña. Si encima tiene el chico la ocurrencia de salir con una joven tan hermosa, y con éxito en su trabajo, la cacería será sin cuartel y sin prisioneros.
El escritor catalán Josep Pla recomendaba que "si ten van bien las cosas, ten siempre la prudencia de inventarte una enfermedad".
La euforia de haber llegado a la final del campeonato del mundo es una tregua, pero volverán a la carga. Íker, invéntate una enfermedad para que de dejen en paz. Porque si además de ser el mejor te ven reír, no van a tener piedad.

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