El amor es el mejor símbolo de la salud del hombre, es todo lo opuesto de la agresión, del miedo y de la paranoia, que a su vez representan la patología que nos desune.
Sin encuentro no hay salud. Sin la existencia de un Nosotros, nuestra vida está vacía aunque nuestra casa, nuestro baúl y nuestra caja de seguridad estén llenas de costosísimas posesiones.
Quizá lo único que nos asusta todavía más que el soledad: es el fantasma del rechazo y el fantasma del abandono.
Nuestras ciudades con sus altísimos edificios y su enorme superpoblación son el mayor caldo de cultivo para el aislamiento. No hay lugar más solitario que la ciudad de Nueva York un día de entre semana a la hora en punta, rodeado de veinte millones de seres que también están solos.
Lo natural, advierten la mayoría de los filósofos, es la lucha del individuo por autoabastecerse, el intento de no depender de nadie. Todas las demás conductas, sobre todo las "sociales", son una creación del hombre civilizado y, por lo tanto, antinaturales.
A finales del siglo XVI, Montaigne ya sostenía que El hombre vive en sociedad porque lo necesita y no porque le agrade hacerlo.
Según Pascal (1623-1662), esta dependencia es parte de nuestra miseria y deberíamos deshacernos de ella. Él cree que nos quedamos colgados de la vida de los demás justamente porque no estamos llegando a ser lo que deberíamos ser.
Cuatro filósofos de los siglo XV y XVI entiende que la esencia solitaria del hombre hay que combatirla contra tres que dicen que hay que glorificarla. El primer filósofo que dice que hay que combatir la naturaleza solitaria y bárbara del hombre se llamaba Maquiavelo.
Maquiavelo enseña que si el hombre no estuviera sujeto a reglas y prohibiciones viviría en una guerra perpetua por el poder. Porque es justamente el poder lo que daría la posibilidad de tener lo que el individuo desea esencialmente.
El pensamiento de Kant se vincula con la necesidad del hombre de ser honrado (en sentido de aplaudido, glorificado, admirado), así para Kant, creamos una sociedad para que nos dé el honor que necesitamos porque solos no podemos conseguirlo.
Según Sade, si yo soy esencialmente libre y esencialmente humano, no tengo que depender del permiso del otro. Soy un adulto, y por lo tanto yo mismo soy el que tiene que decidir qué está bien y qué está mal para mí, y a partir de ahí, salir a buscarlo. Su planteamiento consiste en aceptar la naturaleza independiente del ser humano en lugar de combatirla para que luego cada uno sea el dueño de su propia vida.
Nietzsche dice: Dejemos que el individuo solo encuentre su lugar y entonces la competencia no surgirá, porque cada uno dejará de estar mirando lo que otro hace y dejará de querer lo que el otro tiene.
Yo existen dos alternativas:
Acepto la tendencia solitaria del ser humano a pesar de su insoportable vulnerabilidad, y por ende acato la idea de que por conveniencia debo renunciar a mis necesidades egoístas para poder convivir con los demás de quienes de alguna manera dependo.
Sostengo que puedo prescindir de juntarme con los demás y me alineo en la idea ser autoabastecente, renunciando a la necesidad de quedar colgado de otro que se haga cargo de mí. Concluiré creyendo que, dominando mis inseguridades, no necesito para nada vivir en sociedad.
La naturaleza humana consiste en sentirse incompleto en soledad.
Adam Smith es el primero en decir que la indiferencia del de afuera es tan terrible que puede llegar a matar. La frase “lo mato con la indiferencia” está originada en su pensamiento. La mirada del otro es para él una necesidad; no podemos sobrevivir si no hay por lo menos alguien que nos dé su aprobación, y los bienes materiales son exactamente para esto. El sujeto, decía Smith, está incompleto y necesita de los otros para forjarse su identidad.
Como única alternativa para resolver esta dependencia sin colgarse de los demás, propone una posibilidad que estará reservada sólo para algunos: Dios. Si yo no quiero vivir dependiendo de que otro me califique, siempre me queda la posibilidad de creer que Dios es el que me puede dar esta aprobación.
Ahora puedo estar sin nadie, no me importa. El Jefe (Dios) me va a dar su aprobación y nunca me sentiré solo, inseguro ni incompleto.
Hegel dice: siempre que hay dos individuos, cada uno de ellos quiere la admiración del otro; y en esa competencia, uno va a triunfar y el otro no. La historia de la humanidad es la sociabilidad a partir del esquema donde entre dos que se encuentran uno tiende a ser el amo y el otro tiende a ser el esclavo.
Supongamos que tú ganas, tú eres el amo y yo el esclavo, mi admiración deja de servirte, entonces Hegel dice: el final del camino del amo es irremediablemente vacío existencial, porque cuando finalmente consigue la admiración que necesita, ésta pierde sentido y la desprecia. La verdadera historia del amo es que siempre tiene que buscar a alguien valioso que le dé la admiración que necesita.
Personalmente, yo creo que Rousseau tenía razón: si no existe otro en nuestra vida, aparece la sensación de incompletud.
La mirada de las cosas tiene una cuota de relatividad tan grande que las cosas se interpretan dependiendo de cómo se vean, casi todo puede ser visto, registrado y analizado desde varios lugares.
Acerca del Amor
Parece mentira, pero en el mundo cotidiano muchas personas viven más tiempo ocupándose de aquellos que no les importan que de aquellos a quienes dicen querer con todo su corazón. Pasan más tiempo tratando de agradar a gente que no les interesa que tratando de complacer a la gente que aman. Esto es una necedad.
El amor es un sentimiento que avala la capacidad para disfrutar juntos de las cosas y no una medida de cuánto estoy dispuesto a sufrir por ti, o cuánto soy capaz de renunciar a mí. p.68
Si quereis que el amor entre vosotros perdure, volad juntos pero jamás atados.
Intimar es darle al otro las herramientas y la llave para que pueda hacerme daño teniendo la certeza de que no lo va a hacer.
Por eso, la intimidad es una relación que no se da rápidamente, sino que se construye en un proceso permanente de desarrollo y transformación. En ella, despacito, vamos encontrando el deseo de abrirnos, vamos corriendo uno por uno todos los riesgos de la entrega y de la autenticidad, vamos develando nuestros misterios a medida que conquistamos más espacios de aceptación y apertura. 87
Para que tengamos intimidad, es imprescindible que me quieras, que confíes en mí y que te guste.
Hay veces que no hay nada más para hacer. Los recursos se agovv taron y la pareja se separa. Y así como soy de lapidario antes de la sepración, después de consumada creo que es bueno saber que la vida no termina en fracaso porque se caiga un proyecto. 108
Salgo a buscar lo que me faltó de niño, también es verdad que lo que más tengo para ofrecer es lo que recibí.
Pilar del amor: Un hijo que no se ha sentido amado por sus padres tiene una historia grave: le será muy difícil llegar a amarse a sí mismo.
Sin son los hijos vividos como una prolongación, la familia política es muchas veces vivida como un grupo de personas extrañas que ocupan un lugar en la mesa sin ser uno de nosotros. 129
El egoísmo es para mí un mago poderoso, capas de revelarnos algunas verdades sobre nosotros mismos. Pero vivimos rechazándolo, lo queremos matar, sin darnos cuenta de que no podríamos vivir sin él.
La pareja permite que yo me descubra y tenga el placer de ayudar a que el otro se descubra.
La pareja contituye, pues, un encuentro privilegiado en mi camino hacia mí mismo, un encuentro simultáneo con lo otro y con lo mismo. Se parte de uno para llegar a la unidad.
En este encuentro los dos marchamos hacia la meta de la individualidad, pero juntos.
----------------------
Obviamente, sin necesidad de estar buscando "una nueva vida", a cualquiera le puede pasar cruzarse con alguien, tner fantasías y sentir el deseo. Esto es así. Creo que hay que se muy tonto o muy tonta para pensar que aquella persona a la cual uno ha elegido presumiblemente para toda la vida es la única en el mundo que nos erotiza, la única que nos genera fantasías, la única linda entre todas las demás.
Me parece que hay en en mundo otras personas que uno puede encontrar atractivas. Ahora bien. Cada uno decidirá después qué hace con esas fantasías.
Si yo me puedo acostar con quién quiero y mi esposa se acueste con quien quiera, resulta más valioso que ella elija acostarse conmigo. Sin la libertad de elegir no puede haber un vínculo amoroso. Los celos tienen como motor las propias inseguridades.
-------------
En las relaciones es necesario realizar pactos: enumero alguno que me pareció necesario:
Peleas: Dado que los miembro son seres humanos y no máquinas, las disputas pueden generar discusiones y peleas. Las partes se comprometerán a discutir sin faltarse el respeto ni psíquica ni físicamente.
Fidelidad: La pareja puede pactar libremente esta regla optando entre cualquiera de las siguientes posibilidades:
a) La relación sexual es excluyente.
b) Podría haber otras relaciones pero sin compromiso afectivo.
c) Cada uno decide libremente sobre sus relaciones extramaritales.
En b o c habría que acordar si estas otras experiencias deben contarse o deben ocultarse.
Cualquiera sea la opción, derechos y obligaciones serán idénticas para los dos.
Niños: La pareja tendrá hijos sólo en caso de que ambos deseen tenerlos (y en el momento en que ambos coicidan en el deseo). Mientras tanto, los dos acuerdan que un aborto sería una decisión hiriente y por lo tanto será responsabilidad de ambos evitar un embarazo no deseado.
Un pacto de respeto a la individualidad, un contrato de mutuo acuerdo explicitado y consensuado, un modelo renovable de convivencia, un conjunto de pautas que por definición son cuestionables y modificales permanentemente, lejos de esclavizar liberan.
----------------
La historia de que se ama una sola vez en la vida y para siempre es mentira. Es mentira que sea necesariamente para siempre y es mentira que no pueda ser más que una vez en la vida.
----------------
La única pareja posible es la que se da entre dos individuos iguales que deciden establecer un acuerdo y lo hacen. Rousseau dice que no estamos obligados a obedecer ninguna ley en cuyo establecimiento no hayamos participado.
La pareja es un pacto que no une, y aunque todo parto conlleva una cierta puesta de límites, este pacto no está en oposición a la libertad de cada uno; por el contrario, la observación del contario y la posibilidad de revisarlo y repacta contituyen la libertad.
Son estos puntos de acuerdo con el otro lo que nos vinculan como unidad.
Pero atención, esta unidad no es estática, está en continuo movimiento y cambio. Es imprescindible ir modificando lo pactado para mantener el equilibrio inestable que es el vínculo de pareja.
El cambio es constante y es gracias a él que seguir juntos tiene sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario