Me
ha intrigado que, algunos deseos se realicen y otros no y dándole
vueltas a la idea, he llegado a pensar, que la realización de los
deseos, está en relación con la convicción personal, sin dudas de
ninguna clase, de que ese deseo es verdaderamente importante y
necesario para mí.
Cuando
estoy completamente seguro de que tengo que conseguir lo que deseo,
porque, absolutamente lo necesito en mi vida, sin dudas de ningún
tipo, entonces mi mente y mi corazón entran en resonancia o
concordancia entre si y al estar en armonía cuerpo y espíritu,
vibran en la misma frecuencia, que es la frecuencia de la paz y el
bienestar cósmico o de la energía universal. Entonces entro en la
danza cósmica, soy uno con ella por lo que todo es posible, pues la
energía cósmica y yo somos lo mismo y lo que yo deseo, lo desea la
energía, pues estamos fusionados, somos lo mismo, lo que hace que lo
deseado se materialice.
Sin
embargo, cuando no estoy plenamente convencido mental y
emocionalmente y tengo alguna reserva, por insignificante que sea, de
que lo que pido, no es totalmente necesario para mi vida, entonces,
hay una disonancia en mi energía personal y por tanto con la energía
del universo, que imposibilita la unión entre ambas e impide la
materialización del deseo.
Por
esto, cuando no tengo algo claro, lo examino a fondo, para ver todas
sus partes y facetas, y verificar si alguna no encaja exactamente con
lo que pienso acerca de ese asunto. En este caso, elimino esa parte o
la reformulo, para que quede de acuerdo con mis razones, con mi
lógica, con mi forma de sentir y vivir, y comportarme en el mundo y
de esta forma, mi mente y mi corazón caminan totalmente armonizados,
hacia la energía del universo, capaz de materializar lo que fuere.
Lusán:
Julio 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario