martes, 28 de octubre de 2014

Estrés

El estrés no tiene por qué ser negativo: es una respuesta natural que sólo se torna maligna cuando nos sentimos impotentes y frágiles ante lo que nos ocurre. El problema es que si no sabes gestionar el estrés, lo padecerás cuando no te hace falta.

Los efectos del estrés cuando tenemos miedo, aunque sea sólo imaginario, nos desgastamos prácticamente tanto, física y mentalmente, como si lo que tememos nos estuviese ocurriendo en realidad. Con imaginar un peligro ya me hago daño a mi mismo. El estrés afecta a dos de cada tres personas. Tenemos recursos limitados si sobrecargas con preocupaciones esfuerzos mentales y físicos, lo agotarás y posiblemente enfermes y padezcas cuadros de ansiedad, irritabilidad, dolores de cabeza, insomnios, sudores, palpitaciones, tensión muscular, problemas cardiacos o cualquiera de las enfermedades crónicas asociadas al estrés.

Cualquier circunstancia vale para estresarnos, cambiarnos de casa, la Navidad, hasta preparar vacaciones.

La fustración  la aliviarás haciendo algo que sea incompatible con estar enfadado, por ejemplo ver una película de risa, jugar con un cachorrillo, hacer ejercicio, pasa la tarde con amigos o hacer un crucigrama difícil, hay emociones que son incompatibles, si generas una apartas la otra.

La técnica de los beneficios: su finalidad es hacerte pensar en qué cosas positivas puedes extraer de lo que te ha molestado o hecho daño. ¿aprecias más algún aspecto de tú vida? ¿has descubierto que eres más fuerte? ¿has aprendido a comunicar mejor tus sentimientos? ¿eres más comprensivo o compasivo? ¿has mejorado la relación con la persona que te ha hecho daño? sobreponerse es mucho más fácil buscándole un sentido.

Somos la única especie capaz de sobrevivir en todos los ecosistemas terrestres, aunque también somos la única que utiliza su gran capacidad creativa e imaginativa para sentir miedo sin motivo y estresarse sin control, con los consiguientes efectos fisiológicos negativos.
Tendemos a temer lo peor y esto nos afecta muy negativamente. Resulta fundamental entrenar al cerebro a encontrar cauces constructivos y creativos para canalizar su gran potencial.

Tranquilo, tu mente sabe lo que necesitas. "Sensación de saber", y es sensación nos sobreviene cuando estamos bien encaminados, cuando sospechamos que podemos encontrar una solución si seguimos insistiendo en ello. La mente "sabe" si estás "caliente" o "frío". En otras palabras: si la mente te dice que andas cerca de una respuesta, sigue luchando. Si te dice que estás frente a una pared, probablemente necesites un insight, y éste te llegará bien relajándote y empapándote de estímulos sin forzar nada.

La ansiedad nos impide abrirnos al mundo, fijarnos en lo inesperado. Cuanto más te empeñas en encontrar algo concreto, menos percibes, porque tu cerebro se centra sólo en los que buscas. Así que pierdes oportunidades.

No hay comentarios: